Con frecuencia como papás nos preguntamos: ¿Qué hacemos con nuestros adolescentes? ¡Estamos confundidos! En un momento, está claro lo que está pasando, cómo se sienten y su dirección. Al momento siguiente, podría ser una historia diferente.
Con solo presionar un interruptor, todo parece un poco extraño.
¿Alguna vez te ha sucedido esto? ¿Se pregunta quién entró y se hizo cargo de su hijo? ¿A dónde fue la niña o el niño que solías conocer? ¿Qué tal el que estaba justo frente a ti hace un minuto?
Bienvenido al mundo del adolescente! Es un momento difícil tanto para ellos como para nosotros.
Desglosémoslo juntos:
Sus cerebros aún se están desarrollando. Sus lóbulos frontales, la parte lógica del cerebro, no está completamente desarrollada (según la ciencia) hasta al menos los 25 años. “La parte racional del cerebro de un adolescente no está completamente desarrollada y no lo estará hasta los 25 años más o menos”, escribe el Centro Médico de la Universidad de Rochester.
Sus hormonas, sí niños y niñas, están sobrecargadas, confundiéndolos con seguridad.
Están tratando de navegar en una vida social, cómo funcionan las redes sociales, la escuela, los deportes, las presiones para abarcar todo, las amistades y su familia.
Wow, suena como mucho, ¿verdad?
¿Cómo podemos ayudar durante este tiempo confuso y abrumador para ellos y para nosotros?
¿Qué es lo que más necesitan nuestros hijos durante estos años de adolescencia?
Aquí ofrezco algunas ideas:
Compasión
Incluso cuando no reconozca a su hijo, muéstrese con compasión. ¿Cómo es que se ve eso? Mientras hablas con ellos, trata de ponerte en su lugar. Recuerda que alguna vez también fuimos niños, y la vida era dura, confusa y abrumadora (aunque bastante diferente del mundo actual). Requieren nuestro apoyo, amor y comprensión. En ocasiones, el solo escucharlos y recordarles que te importan y que estas interesado en lo que le acontece puede agregar un toque de compasión a sus vidas. Recuerda siempre, que este es un momento confuso para ellos. Si responde o habla abruptamente, o no habla mucho, intente estar allí para conectarse. No te lo tomes personal ni intentes justificar sus acciones, solo presta atención y muéstrate presente, a menos que esto se convierta en la norma diaria. Mantente cerca y mantente abierto.
Dales Espacio
Espacio para estar solo y espacio para compartir. La primera requiere que estemos presentes, pero no en su camino. Permítales espacio para estar. La segunda implica estar con ellos y abiertos para donde se dirija la conversación, tal vez más silenciosos de lo que nos gustaría. Dé a sus hijos adolescentes la oportunidad de hablar libremente. Una vez en flujo, quién sabe lo que aprenderás.
No te hagas cargo de sus emociones.
No es personal. Solo esta viviendo su vida. Hay tantas presiones sobre nuestros hijos hoy en día. Lo mejor que podemos hacer es mantenernos neutrales, empáticos, solidarios y ser un ejemplo para ellos. Cuando asumimos sus actitudes, frustraciones o enojo, en realidad estamos perjudicando a nuestros adolescentes y a nosotros mismos. No los estamos ayudando al sentir y vivir sus problemas y emociones de manera personal. Sepárese y dele espacio a su adolescente. Solo esté allí para ayudar, escuchar y tener curiosidad sobre cómo pueden avanzar y resolver. Sus experiencias no están aquí para que las naveguemos o las resolvamos. Así es como nuestros niños aprenden y crecen. Tu trabajo como padre es simplemente estar ahí para ellos y guiarlos, en un lugar de neutralidad.
Sé curioso
Usé la palabra curioso para conectarse con el lugar (en espacio y tiempo) en el que se encuentra su hijo en este momento. Por ejemplo, tengo curiosidad por saber cómo te sientes acerca de esa calificación, ser enviado a la banca durante el juego, ser invitado a esa fiesta, gustarle a esa chica, etc. Abra la puerta a más conversaciones siendo curioso acerca de cómo se siente su hijo. Este es su viaje, ¿no?
Pregunta por los detalles
Recuerda, todos los planes son suaves hasta que te topas con detalles reales y concretos. Los hijos acostumbran a pedir permisos de ir a hacer algo con sus amigos, sin querer dar ningún detalle. Sugiero utilizar algo como esto: “Me encantaría que hablaras de ello cuando tengas más detalles” (como quién, qué, cuándo, dónde y por qué). Muchas veces, los planes más locos con el solo hecho de tener que explicarlos o dar razón, cambian de opinión. En lo personal pienso que nos evitaríamos el tener que decir sí o no cuando generalmente no hay o ofrecen detalles, solo pensamientos que no habían sido resueltos. Esta es una técnica brillante. No necesitamos tomar decisiones sin información. Discuta los pros y los contras con sus hijos adolescentes cuando acudan a usted con algo. Esto les ayuda a pensar en la situación y las consecuencias que podrían resultar de sus acciones. Recuerda, a esta edad, son bastante impulsivos. Por lo tanto, ayudarlos a pensar en situaciones es una forma enorme de ayudarlos a desarrollar patrones lógicos.
Fomente y apoye la creatividad
Centrándose en los intereses y pasatiempos de su hijo. Incluso si realmente no los entiende o no le gustan, esta es una oportunidad para conectarse y aprender algo nuevo sobre su hijo y sus intereses. Estas discusiones abren puertas para conectarse con su hijo de una manera que lo hace sentir honrado. A todos nos gusta hablar de las cosas que nos encienden.
Valide los sentimientos de su hijo
Tienen derecho a sentirse como se sienten sin ser juzgados o corregidos. Pueden estar decepcionados o enojados por cualquier cosa que se les presente. Estas son sus experiencias a través de sus lentes y necesitan sentir esa validación. No descartes lo que sea que te compartan. Muestre empatía y compasión, y tal vez refleje lo que está escuchando, validando a su adolescente respondiendo a lo que está escuchando, diciendo cosas como "eso suena desafiante, molesto, frustrante, etc.". puede tener un gran impacto en la forma en que su adolescente procesa sus sentimientos.
“Honrar los cambios importantes y necesarios en la mente y el cerebro de los adolescentes en lugar de faltarles el respeto es crucial tanto para los adolescentes como para sus padres. … “La adolescencia no es un período de estar “loco” o “inmaduro”. Es un momento esencial de intensidad emocional, compromiso social y creatividad”. ~ Daniel J. Siegel, Lluvia de ideas: El poder y el propósito del cerebro adolescente.
La Alimentación vs la Nutrición
Si influye y tiene que ver con la salud, desarrollo físico, emocional y cerebral de nuestros hijos, no deberíamos de sorprendernos, ya que la mayor parte de la población se alimenta mas no se nutre, ya que consume una alta cantidad de alimentos procesados por la industria, mas acostumbra a comer en restaurants que solo les interesa satisfacer al paladar del cliente para que vuelva. En ocasiones me toca observar los carritos del súper de otras personas, y me sorprende la cantidad de azúcar en diferentes presentaciones que llevan a sus hogares, mas los aceites vegetales y alimentos procesados, ¡lo triste es que quizá piensen que están dándole lo mejor a sus hijos! ¡Y como aparte es algo que en el resto de las casas de lo amigos también acostumbran, no es para sorprendernos que también compartan las mismas enfermedades “contagios” y o problemas de comportamiento e intereses!
Para que el cerebro se desarrolle y desempeñe de manera optima requiere de neurotransmisores que se producen en el tracto gastrointestinal, ya que la materia prima para la elaboración de estos es a partir de los amino ácidos, pero si constantemente estamos bajo estrés físico, químico y emocional o mental, como quien dice en modo de “ALERTA, DEFENSIVA, HUIDA”, como quien dice en modo de supervivencia, no es importante para nuestro cuerpo para lograr esto digerir, absorber y mucho menos asimilar nutrientes, por ende estamos bajos en materia prima para la elaboración de estos neurotransmisores, y por otro lado es por esto previo que una gran cantidad de adolescentes padecen de problemas gastrointestinales que van desde reflujo, gastritis, infecciones recurrentes, estreñimiento, problemas de la piel como acné, rosácea, eczema; problemas de las vías respiratorias como asma, sinusitis, rinitis, y problemas de cólicos menstruales, irregularidad menstrual, quistes, etc.. todo esto que acabo de mencionar no indica que el adolescente se encuentra en un sistema nervioso simpático! Y es aquí como podemos ayudarles a que sus hijos tengan una adolescencia mas placentera y sin tantos tropiezos.
Y por todos los medios, asegúrese de cuidarse bien como Padre
Su cuidado personal debe ser una prioridad principal, llenando su tanque de energía para que pueda estar más presente en todos los momentos anteriores que su hijo lo necesite. El autocontrol es una gran parte de estar con nuestros adolescentes y no ser reactivos. Realice una introspección y resuelva sus issues antes de involucrarse con los de sus hijos. Es importante que nos presentemos ante ellos sin que nuestras propias emociones se desborden. Haga su propio trabajo para despejar el espacio, las emociones y los sentimientos pesados para que pueda estar más presente para su hijo desde un lugar neutral.
Criar niños, y en particular adolescentes, no es una tarea fácil. No hay un manual para cada niño único frente a usted. Debe crear su propio manual conociendo las necesidades, deseos, intereses y desafíos de su hijo. Así es como nos presentamos para apoyar al hijo real que tenemos, no al que creemos tener.
Siempre estoy aquí para apoyarte en todo lo que pueda.
¿Qué puedo hacer para resolver mis problemas de salud o prevenirlos?
1. Acuda con un Quiropráctico Correctivo Funcional que entienda la importancia de la Biomecánica de su Columna y su Sistema Nervioso Central.
2. Tome conciencia en cuanto a su estilo de vida alimentario, resuelva alergias, intolerancias, hipersensibilidades alimentarias, bloqueos metabólicos, etc.
3. Evite alimentos procesados de la industria.
4. Procure comer productos libres de pesticidas o genéticamente modificados.
5. Resuelva temas emocionales, conflictos, etc. que pueda estar acarreando por medio de meditación, introspección, etc.…
6. Procure ejercicio apropiado
7. Duerma y Descanse de una manera reparadora.
Dr. David Garita